INSTRUMENTOS DE EVALUACION DE UN CURSO EN E-LEARNING
Los Instrumentos De Evaluación
De Un Curso E-Learning
La evaluación se centra en valorar la calidad de las
plataformas tecnológicas a través de las cuales se implementa el e-learning.
La evaluación de las mismas se orienta a la valoración del grado de adecuación
de su oferta a las características del modelo de formación e-learning
deseado.
La evaluación es el componente clave de cualquier
curso de e-Learning o programa que se centra en la mejora continua.
Será necesario
pues, contar con un sistema de evaluación que contribuya
a garantizar unas cotas mínimas de calidad, orientadas a asegurar una óptima
satisfacción de la acción formativa; así como a valorar la actividad y
resultados obtenidos, con el fin último de generar una mejora continua.
El modelo de
evaluación en acciones formativas e-learning debe situar al alumnado en el
centro del proceso de enseñanza y aprendizaje y a la plataforma de teleformación
como espacio virtual o escenario donde (principalmente) se produce el
aprendizaje y las interacciones entre los diferentes agentes.
Definimos la
evaluación del aprendizaje como el “proceso sistemático y ordenado de recogida
de información que ayuda al tutor a tomar la decisión del nivel de aprendizaje
del alumnado, en relación a la consecución de los objetivos de aprendizaje,
estableciendo el grado de adquisición/desarrollo/mejora de las competencias
trabajadas en la acción formativa”.
En este
sentido, cobra aquí un especial interés que los tutores conozcan y manejen
didácticamente herramientas e instrumentos virtuales para evaluar el
aprendizaje; siendo necesario un elevado dominio de las potencialidades y uso
de aquéllas que cumplen esta finalidad y están integradas en la plataforma de
teleformación donde se desarrolla la acción formativa.
Por otro lado,
el ámbito del e-learning exige que el estudiante desarrolle habilidades para
organizar y regular su propio aprendizaje: aprender
a aprender (auto-gestión:
optimizar y organizar el tiempo de estudio de forma efectiva, habilidad de
resolver problemas, de adquirir, procesar, evaluar y asimilar conocimientos
nuevos, etc.); contando con el apoyo/guía del tutor y del dinamizador. Pues
bien, estas destrezas deben formar parte de su evaluación como un elemento motivador,
ya que de ellas depende en gran medida el nivel de aprovechamiento. Por tanto,
disponer de herramientas virtuales en la plataforma que faciliten esto al
alumnado (calendario, agenda, panel de tareas, portafolios, etc.), unido a la
estrategia de orientación (plan de acción tutorial) contribuirá a optimizar el
proceso de aprendizaje
y evaluación.
Del mismo modo,
en la formación virtual juega un papel determinante el trabajo colaborativo,
debiendo el estudiante participar e interactuar con el resto del grupo en
tareas y actividades en equipo.
Debemos
plantear un equilibrio entre un “aprendizaje individual” y un “aprendizaje
cooperativo” considerando a este último como un “proceso comunicativo de
construcción de significado conjunto que de manera estructurada promueve la
interacción entre iguales en- línea, en torno a un objetivo o tarea educativa
interdependiente.
A continuación, examinaremos
algunos instrumentos de evaluación que incluyen la mayoría de las plataformas:
AUTOEVALUACIONES: son pruebas en las que el alumno/a es consciente de su
aprendizaje, ya que las plataformas cuentan con programas que automáticamente
las corrigen; aunque existen diferentes tipos de autoevaluaciones, las más
extendidas son aquellas que presentan una pregunta y respuestas en forma de
opción múltiple.
EVALUACIONES Y TRABAJOS: bajo esta denominación se incluyen exámenes o trabajos que
el personal docente propone en un determinado momento para tener una prueba
objetiva del avance de los formandos. Normalmente estas pruebas están activas
durante un determinado tiempo fijado en la plataforma, ya que, aunque se hacen
en la propia plataforma, la corrección es manual y personal del tutor/a.
PROGRESO GENERAL DEL ALUMNADO: tanto el profesorado como el propio alumnado puede saber qué
progreso formativo está llevando, pero claro, la información que recibirán unos
y otros difiere en la cantidad, esto es, el alumno/a, normalmente, accede a una
pequeña estadísticas de los temas que ha estudiado, de las autoevaluaciones que
ha hecho, de los trabajos que ha enviado y ya han sido calificados, etc. Sin
embargo, cuando es el tutor/a quien accede a ese informe, el conocimiento es
mucho más amplio, ya que la plataforma proporciona un seguimiento exhaustivo de
cada estudiante: qué páginas ha visitado, qué tiempo ha estado en cada
apartado, cuánto tiempo dedica al día, cuánto tiempo ha tardado en hacer una
autoevaluación, cuántos intentos ha hecho de la misma autoevaluación, si ha
visitado los links propuestos, etc. En definitiva, la persona encargada de
tutorizar posee datos más que suficientes para llevar a cabo una evaluación
continua individualizada.
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